jueves, 21 de marzo de 2013

Increible

El poema de Barone al Papa:

Lo celestial no es terrenal;

Lo papal no es presidencial;

Lo teológico no es ideológico;

Lo humano no es divinidad.

La militancia no es pastoral y

evangelizar no es peronizar

ni desperonizar.

Tampoco “kirchnerizar”ni “cristinizar”

porque para eso está La Cámpora

que está en todas partes.

El Papa es el Papa.

Un Gobierno es un Gobierno.

El pueblo

es el pueblo. Y Dios es Dios.

Los pobres tienen dueños

y por eso son pobres. Y los ricos

son ricos en cualquier religión.

Los mercaderes del templo

siempre vuelven.

Y la Fe a veces es adúltera

y ocupa el corazón de genocidas.

Hoy los papanatas pasan por doquier.

Sean papanatas devotos, ateos o agnósticos.

Los hay en la tierra como en el cielo.

Y hasta uno mismo

puede esconder alguno sin saberlo.

Hay otros que sí lo saben: son los papanatas

que sienten salirse lágrimas

de los ojos que en lugar de saladas

son papales y dulces, pero falsas.

La “papanatalogía” es una enfermedad

de los papanatas que se meten con la teología.

Y la de los papanatas que se inventan un Papa

a imagen y semejanza

sin mirarse en el espejo,

y le causan un inmerecido castigo.

Pero no esperen que un jesuíta perspicaz y sagaz

les haga caso. El invento no les va a resultar.

Francisco es Francisco.

Y ya elaborará él una receta eficaz contra la “papanatalogía” que cunde.

Un buen papado la cura.

Mejor un Papa argentino que uno británico

y uno jesuita que uno del Opus Dei.

Y mejor que mejor es que Francisco

haya sido elegido por el pueblo de Dios.

Porque así no necesita intervenir

en ninguna otra elección terrena.

Amén

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un imbécil importante.

Anónimo dijo...

Creo que el tipo tiene sus facultades mentales seriamente comprometidas.

Anónimo dijo...

Es un viejo de mierda.

Andrés