Una maestra patagónica explica en clase que ella es Kirchnerista, y entonces pide que levante la mano todo el que también sea seguidor del Kirchnerismo. Todos en clase, levantan la mano diciéndose Kirchneristas, excepto un niño, que estaba sentado al fondo del salón.
La maestra lo miró con sorpresa y preguntó: -Josè Luis, ¿por qué no levantaste la mano?
-Porque no soy Kirchnerista, señorita
La maestra, extrañada, preguntó de nuevo: -Caramba, y si no sos Kirchnerista, entonces ¿con quién simpatizas?
-Con los peronistas de Perón (respondió orgulloso el niño).
La maestra, cuyos oídos no podían dar crédito a algo así, exclamó: -Josè Luis, hijo mío: ¿No ves que esos se quedaron en el 45? ¿Qué pecado cometiste para ser peronista de Perón?!
El niño, muy tranquilo, respondió: - Mi madre es peronista de Perón, mi padre es peronista de Perón, y mi hermano también es peronista de Perón.. Por eso yo también soy peronista de Perón!! (Remató orgulloso y convencido el pequeño)
- Bueno -replicó irritada la maestra-, pero eso no es motivo para ser peronista de Perón. Vos no tenés por qué ser lo que son tus padres... por ejemplo, si tu madre fuera prostituta y drogadicta, tu padre ladrón y corrupto, y tu hermano vago, alcohólico y traficante, entonces vos que serías?
- Seguramente Kirchnerista, señorita.
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