El arrogante secretario general de la OEA, que con ínfulas de pretor romano se presentó el viernes en Honduras para “exigir” que en un plazo de 72 horas se “restaure la democracia y el Estado de Derecho”, es el mismo que dice que a Cuba, un país que sufre una brutal tiranía que sobrepasa ya los cincuenta años, hay que darle “todo el tiempo que sea necesario” para que regrese a la democracia.
El Insulza que el viernes pasado en Tegucigalpa no quiso reunirse con el presidente Roberto Micheletti para supuestamente no legitimarlo, es el mismo que considera que Fidel Castro “es una de las grandes fuentes de legitimidad del sistema cubano”.
El Insulza que no escucha el clamor de miles de hondureños que se han estado manifestando pacíficamente para que su país se mantenga libre de las irrespetuosas y desestabilizadoras intromisiones de Hugo Chávez, y que lo único que quieren es vivir en libertad y en democracia, es el mismo que dice que debemos “respetar lo que los cubanos quieran”, como si los pobres cubanos tuviesen posibilidad de manifestar lo que quieren
y si tienen un minutito veanlo aca:
martes, 7 de julio de 2009
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