Un ejemplo de la riqueza del lenguaje castellano es el número y acepciones de una simple palabra, como puede ser la muy conocida y frecuentemente utilizada referencia a los atributos masculinos, los testículos (huevos).Si va acompañada de un numeral, tiene significados distintos según el nú-mero utilizado. Así, "uno" significa "caro o costoso" (me costó un huevo), "dos" significa "valentía" (tiene un par de huevos!), "tres" significa "desprecio" (me importa tres huevos), un número con fracciones significa dificultad" (lograrlo me costó un huevo y la mitad del otro).
También se los utiliza para apostar (me corto los huevos), o para amenazar (te corto los huevos). También se lo utiliza para indicar "molestia o hastío" (me hincha los huevos), o para significar "vagancia" (se rasca los huevos), también expresa con contundencia que algo "no nos importa nada" (me chupa un huevo!).
El verbo cambia el significado. "Tener" indica "valentía" (aquella persona tiene unos huevos), aunque con signos exclamativos puede significar "peligro" (hasta los huevos!!); "poner" expresa un reto, especialmente si se pone en algunos lugares (puso los huevos sobre la mesa).
Es importante el tamaño y la posición (tiene dos huevos así de grandes y bien puestos). El color Violeta expresa "frío" (me quedaron los huevos morados), la altura denota "hartazgo" (tengo los huevos por el piso), pero el desgaste implica "experiencia" (tenía los huevos pelados de tanto hacerlo). El "cansancio" también forma parte del menú (tengo los huevos al plato).
Y por deformación pero formando parte de la familia de palabras, leer este archivo significa "Tener tiempo para estas “HUEVADAS".
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