“En la patética conferencia de prensa que dio Cristina el lunes siguiente a las elecciones, en la que solo le faltó multiplicar por el logaritmo neperiano el resultado electoral para tratar de mostrar que habían ganado las elecciones, dijo en esa conferencia de prensa en la que, por cierto, con la postura dialoguista que la caracteriza, limitó la cantidad de preguntas, que no había ningún motivo para hacer cambios de gabinete. A la semana movió todas las fichas del tablero ministerial. Seamos sinceros, ante semejantes comportamientos uno no sabe si son unos improvisados o unos mentirosos. Son demasiadas las contradicciones entre el discurso del matrimonio y sus actos. Es muy fuerte el contraste entre lo que dicen y lo que hacen. ¿Por qué, después de años de descalificar al que piensa diferente, de usar el dinero de los contribuyentes como instrumento de poder político personal, de utilizar descaradamente la Quinta de Olivos como unidad básica, de tenerlo a Moreno mintiendo con la inflación y demás acciones reñidas con los más elementales principios republicanos, tenemos que creer que ahora sí se han vuelto demócratas, republicanos, dialoguistas y transparentes? “
jueves, 16 de julio de 2009
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