Kirchner es el típico caudillo de provincia pedorra argentina, dirigente peronista de cuarta línea, que llegó a la presidencia absolutamente de pedo y tuvo la suerte de hacerse cargo del país durante uno de los periodos internacionales más favorables para el país en los últimos 100 años.Como dije algun vez, si el cambio en el precio de los commodities hubiera tenido lugar un par de años antes, De la Rúa terminaba su mandato y era reelegido por aclamación popular.
El tipo gobernó al país como lo hizo con Santa Cruz durante los años que fue gobernador. Sin duda lo ayudó contar con una caja formidable. Pero la “santacrucización” del país sólo fue posible con la pasividad o participación entusiasta de millones de argentinos que hasta hace un poco más de un año seguían considerándolo el mejor gobierno de la historia.
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